Creando espacios saludables, sustentables y rentables: certificación WELL

07.09.21 08:44 PM By kinenergy.internacional

La pandemia del COVID-19 se ha convertido en una de las crisis globales de mayor impacto en las últimas décadas. El sector inmobiliario es una de las industrias que está sufriendo mayor impacto por la situación económica, la incertidumbre y el distanciamiento social. La percepción de las personas de bienestar en los espacios cerrados cambió; existe ahora una necesidad de tener “espacios saludables” o “espacios verdes” que promuevan el bienestar físico y mental de los ocupantes. Esto nos obliga a hacer un cambio en la forma en que vivimos, trabajamos y consumimos bienes y servicios, y por consecuencia la forma en cómo diseñamos y construimos.

A través de la historia, los momentos de crisis nos ha ofrecido claridad sobre lo que es realmente importante. Y sin duda el año anterior nos ha confirmado que el priorizar la salud y el bienestar no es solo imperativo, si no una inversión que paga dividendos.


Es por lo tanto necesario cambiar las prioridades cuando se trata de construir, la necesidad principal es: conforme las empresas reabran sus puertas, debemos asegurar que se puede hacer de una manera que se promueva la salud de los ocupantes. La mayoría de las personas mencionan estar preocupados por las implicaciones de salud cuando regresen a los espacios de trabajo


La certificación WELL surge en 2014 y es la única certificación enfocada en que el diseño de espacios promueva la salud humana; desde entonces ha tenido el objetivo de crear espacios saludables, estudiando los factores que más alteran la salud de las personas e incorporando estrategias que al mismo tiempo sean sustentables para el planeta. 


Diseñar bajo las premisas de esta certificación ayuda a hacer frente a dos temas importantes, el primero es el crecimiento del sector inmobiliario y la promoción de diseño y construcción de espacios saludables para los ocupantes y para el medio ambiente. El segundo es que los nuevos diseños deben procurar el distanciamiento y asegurar un adecuado flujo de aire. Estos cambios requieren una inversión en el diseño y la arquitectura, pero son principalmente una inversión para el bienestar de las personas que los ocupan.


La intención de este cambio en la forma de construir no es solo reducir la propagación del COVID-19, sino que también es cambiar de paradigma para crear entornos que respalden el bienestar humano; es comenzar a crear lugares donde “las personas sean primero”.


Es importante conocer el porqué de las estrategias implementadas, la mejor manera de hacerlo es viendo más allá de la certificación, es percibir los resultados reales en las personas que ocupan los espacios, a continuación, se enlistan algunos de los beneficios de esta certificación: 

    • Calidad ambiental y ventilación.

    Un espacio saludable tiene bajas concentraciones de CO2, VOC (compuestos orgánicos volátiles) y otros contaminantes, lo cual, incrementa el proceso cognitivo para los ocupantes del espacio, además de que aumenta su atención y productividad.

    • Confort Térmico.

    Las temperaturas adecuadas generan sensación de bienestar, el diseño adecuado del sistema de aire acondicionado y su supervisión (comisionamiento) ayudan a lograr este confort. 


    • Luz del día e iluminación.

    Un sistema de iluminación eficiente incorpora la luz del día, esto a su vez ayuda a mejorar el ritmo circadiano que influye en que las personas logren un buen descanso.

    • Ruido y acústica.

    Las oficinas que cuentan con la certificación WELL utilizan materiales que reducen el nivel de ruido, ayudando a que existan menos distracciones durante el tiempo laboral. 

    • Ubicación y acceso a amenidades.

    Un aspecto importante más allá de las certificaciones es proveer las condiciones para que los ocupantes hagan actividad física y a su vez reduzcan el uso del vehículo individual. Esto se logra a través de: racks de bicicletas y duchas, cercanía a transporte público, por mencionar algunos.

    • Vistas y sensaciones.

    Implementar colores, texturas y materiales que evoquen calma y un ambiente de naturaleza promueven la sensación de satisfacción y reducen el absentismo. 

  • Vistas y biofilia.
  • Hay un incremento en la percepción positiva del tiempo cuando se incorpora dentro de los espacios plantas de diversos tipos y una arquitectura que promueva la interacción con la naturaleza.

    • Diseño interior.

    El diseño interior que incorpora vistas al exterior, así como mimetización con patrones de la naturaleza y espacios de descanso ayudan a promover que los ocupantes se sientan más en control de su tiempo en relación con sus actividades laborales.


    Conclusión


    La mejor manera de adaptarnos a los cambios de esta nueva forma de vivir y trabajar es seguir los lineamientos de una certificación enfocada en la salud de las personas. Si utilizamos el conocimiento de esta herramienta para impulsar la inversión en lugares donde la prioridad sean las personas, se pueden crear entornos que contribuyan a mejorar la salud, la productividad, la sensación de pertenencia y confianza, logrando espacios mejor construidos.


    Las empresas gastan el 92% de sus costos anuales de operación en su personal. Y si las personas pasan el 90% de su tiempo al interior, la calidad de los espacios interiores impacta en gran manera la productividad. Es por eso que la certificación WELL puede resultar en retornos significativos de inversión.


    En KINENERGY estamos certificados como Well Performance Testing Agent. Contamos con gran experiencia en la certificación WELL y podemos ayudarte a cumplir este objetivo en tus proyectos. ¡No lo pienses más y contáctanos para conocer nuestros servicios de Auditoría WELL! 

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