El Building Management System (BMS) es un sistema de control basado en computadora que se instala en un edificio para monitorear y regular los sistemas mecánicos, eléctricos y anexos. Estos sistemas pueden incluir iluminación, ventilación, energía, ascensores y temas de seguridad.
A lo largo de los años, los BMS han evolucionado significativamente, pasando de sistemas meramente mecánicos a sistemas digitales integrados con el Internet de las Cosas (IoT).
Importancia del BMS
Importancia del BMS
A menudo se percibe que un BMS solo sirve para automatizar y controlar una edificación, reemplazando la necesidad de una plantilla técnica para operar manualmente cada sistema. Sin embargo, su importancia va mucho más allá.
Un buen BMS es crucial para la gestión financiera y energética de un edificio, permitiendo un uso más eficiente de los recursos y la reducción de costos operativos. El consumo eléctrico, uno de los mayores gastos en un edificio, puede optimizarse mediante la implementación de un BMS, contribuyendo así a la sostenibilidad del edificio.
Componentes de un BMS
Componentes de un BMS
Un BMS abarca sistemas como:
- Aire acondicionado: torres de enfriamiento, chillers, bombas, manejadoras, cajas de ventilación y sistemas de extracción.
- Sistemas eléctricos: medición de equipos, control de contactos, iluminación (incluyendo consideraciones de bienestar).
- Plumbing: equipos hidráulicos (niveles en cisternas, consumos de agua).
Para gestionar estos sistemas, se utilizan sensores y actuadores, los cuales recogen datos sobre el estado de los sistemas, mientras que los actuadores permiten realizar acciones correctivas o de control.
Niveles de integración de un BMS
Niveles de integración de un BMS
Un sistema de automatización típico se organiza en cuatro niveles de integración, cada uno con funciones y perfiles de personal específicos.
1. Sensores y actuadores. Este es el nivel más básico de la arquitectura, los sensores y actuadores son dispositivos esenciales que recogen datos y ejecutan acciones en los sistemas del edificio. Incluyen transformadores de corriente, sensores de CO2, gas, presión diferencial en ductos o filtros, temperatura, flujo de aire y agua, contactos magnéticos, vibración y dispositivos ultrasónicos.
Estos sensores se conectan generalmente por cable, aunque también pueden ser inalámbricos.
2. Controladores de campo. Estos pueden operar de manera autónoma o integrarse en una red para un control más centralizado.
Los controladores de campo actúan como intermediarios entre los sensores y el nivel de integración. Ellos procesan las señales de los sensores y toman decisiones autónomas, como ajustar la temperatura de una habitación abriendo o cerrando una compuerta de aire. Esta lógica puede ser programada para funcionar de manera autónoma o para interactuar con otros controladores de campo.
3. Nivel de integración. El nivel de integración asegura que los controladores de campo puedan compartir información y coordinar sus acciones. Esto permite una gestión más eficiente y una respuesta rápida ante fallos o cambios en las condiciones del edificio. Por ejemplo, si un controlador de campo falla, otro puede asumir sus funciones para mantener la operación continua.
Sus principales componentes son los buses de comunicación, los cuales mantienen protocolos de comunicación, como Modbus, BACnet, y otros, que facilitan la interconexión de controladores. De igual manera, los controladores maestros o Gateway, son dispositivos que recopilan y gestionan la información de varios controladores de campo.
4. Nivel de gestión. Este es el nivel más alto de la arquitectura BMS. El nivel de gestión proporciona una visión completa del funcionamiento del edificio, ya que los operadores pueden analizar datos históricos en tiempo real, optimizar el consumo energético, planificar mantenimientos preventivos, y tomar decisiones informadas para mejorar la eficiencia operativa. Este nivel también permite generar informes y visualizaciones que facilitan la comprensión del estado del edificio y la toma de decisiones estratégicas.
Beneficios de un BMS
Beneficios de un BMS
Implementar un BMS ofrece múltiples beneficios, tanto para los propietarios como para los ocupantes de un edificio, a continuación, algunos de ellos:
Facility Management:
Reducción de costos de mantenimiento.
Disminución en el consumo de energía.
Reducción de la frecuencia de los mantenimientos reactivos.
Reducción de posibles fallas prematuras.
Satisfacción de ocupación:
- Alcanzar un ratio de tareas reactivas vs preventivas.
- Mantener un promedio de horas para completar una orden de trabajo.
- Reducción del estrés ambiental.
- Mejora en el uso del espacio.
Dueños de edificios:
- Eficiencia en la administración de la gestión del edificio.
- Diagnósticos de fallas.
- Reducción del personal al automatizar y centralizar las funciones de control y monitoreo.
Desarrolladores y compañías de construcción:
- Soluciones verdes y amigables con el medio ambiente facilitando prácticas sostenibles.
- Cumplimiento de los requisitos para certificaciones ambientales y de bienestar como LEED o WELL.
- Soluciones de energía renovables.
Usuarios finales:
- Menores costos operativos y de energía para los usuarios finales.
- Administración inteligente de manera remota y en tiempo real.
- Control y mejora de la calidad del aire reduciendo el riesgo de enfermedades relacionadas con la calidad del aire.
- Tendencias operacionales que ayudan a identificar patrones mejorando la toma de decisiones y la eficiencia operativa.
- Facilidad de expansión, adaptándose a las necesidades de las operaciones.
Un BMS modular y escalable facilita la expansión y adaptación de los sistemas del edificio a medida que cambian las necesidades y crecen las operaciones, proporcionando una solución flexible y a largo plazo.
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Arturo Cruz
Coordinador de ingenierías
Coordinador de ingenierías