Al igual que el cuerpo humano, las instalaciones y sistemas de un edificio están compuestos de una compleja de red de equipos independientes, con funciones específicas, pero que, interactuando entre sí, logran formar sistemas con funciones más especializadas.
Siguiendo con esta analogía, los sistemas también sufren deterioro con el paso del tiempo, al igual que el cuerpo humano que envejece año con año. Un sistema deteriorado es más propenso a fallas, sin embargo, al igual que con una enfermedad, un diagnóstico oportuno puede ayudar a solucionar el problema con un mantenimiento especializado, en vez de renovaciones mayores en los sistemas.
Dos esquemas idénticos: El primero, en un ser vivo, es el de un mecanismo reflejo en respuesta a un estímulo externo, como el que regula la circulación más o menos superficial de la sangre o de distinta evaporación de la piel. El segundo, idéntico hasta en sus menores detalles-apoyado en el termostato y el conforstato-, regula la termalidad del edificio en función también de las cambiantes condiciones de clima o ambiente externo
El retro-commissioning es un proceso que se aplica a edificios existentes para mejorar la eficiencia de los equipos y sistemas, detectar fallas y posibles áreas de oportunidad para mejorar la operación global del edificio. A menudo, puede resolver problemas que ocurrieron durante el diseño o la construcción, o abordar problemas que se han desarrollado a lo largo de la vida útil del edificio a medida que el equipo ha envejecido o el uso del edificio ha cambiado.
El retro-commissioning implica una evaluación sistémica de oportunidades para mejorar los sistemas que utilizan energía. Si se aplicara el mismo proceso a una persona, sería como tener un programa de seguimiento médico constante, detectando anomalías en etapas tempranas, con un régimen alimenticio personalizado y un programa de medicamentos y vitaminas igualmente personalizado acorde a cada metabolismo y estilo de vida.
¿Por qué tener un comisionamiento constante?
Los edificios comerciales experimentan con frecuencia cambios operativos y de ocupación que presentan retos a los sistemas mecánicos, eléctricos y de control, lo que dificulta un rendimiento óptimo. En los edificios complejos de hoy, al contar con sistemas altamente interactivos y con controles sofisticados, una falla puede crear un efecto bola de nieve en las operaciones del edificio; los pequeños problemas tienen grandes efectos en el rendimiento general de éste. Adicionalmente, todos los inmuebles pueden experimentar una degradación del rendimiento con el paso del tiempo, creando constantemente puntos de mejora en las operaciones.
El retro-commissioning beneficia a todos los ocupantes de un inmueble. Además, los propietarios de edificios ven reducidos los costos operativos gracias al ahorro de energía y un mejor rendimiento del equipo. Los ocupantes de estos espacios se sienten más cómodos al tener un control de temperatura más consistente y una mejor calidad del aire interior. Por otro lado, los administradores de estos recintos se enfrentan a menos quejas de los ocupantes y son más capaces de gestionar los sistemas de estos.
Los beneficios del retro-commissioning van desde el corto plazo (ahorro en costos operativos, mayor confort de los ocupantes), hasta el largo plazo, extendiendo la vida útil de tus instalaciones.
El equipo de KINENERGY puede apoyarte para generar importantes ahorros de costos en los edificios existentes. Los ahorros varían según el tamaño del edificio, la antigüedad, ubicación y el alcance del proceso de retrocomisionamiento; dicho ahorro total de energía puede alcanzar valores superiores al 15 por ciento.
