La evolución del sector inmobiliario está estrechamente ligada a la sostenibilidad y a la manera en que los proyectos responden a los retos ambientales, sociales y económicos actuales. En este escenario, las certificaciones sostenibles como LEED, EDGE, WELL o Fitwel se consolidan como herramientas estratégicas que van más allá del cumplimiento normativo, influyendo directamente en el valor de los activos, la eficiencia operativa y la percepción del mercado.
Para profundizar en el impacto real de estas certificaciones y su papel en el futuro del sector, conversamos con Aranza San Nicolás, Project Manager en KINENERGY, quien comparte su experiencia sobre cómo la sostenibilidad puede transformar el valor, la eficiencia y la credibilidad de un proyecto inmobiliario.
¿Qué determina hoy el verdadero valor de un edificio?
Ya no se trata solo de su ubicación o de su diseño arquitectónico, sino por su capacidad para responder a las nuevas exigencias del mercado y de sus usuarios. Factores como la eficiencia energética, el desempeño ambiental, la calidad del aire interior, la flexibilidad operativa y el bienestar de los ocupantes influyen directamente en su competitividad, costos de operación y vida útil. En este contexto, la sostenibilidad y las certificaciones asociadas se convierten en indicadores clave de valor, al aportar transparencia, confianza y resiliencia a largo plazo.
¿Cuál es el valor agregado que ofrecen las certificaciones sostenibles como LEED, EDGE o WELL en el valor de un inmueble?
El valor de una certificación sostenible radica en ofrecer un respaldo comprobable y medible, basado en investigaciones científicas y estándares globales. Organismos como LEED, EDGE, WELL o Fitwel desarrollan criterios que permiten evaluar con precisión el desempeño ambiental y energético de los edificios. Al obtener una certificación, un inmueble ganacredibilidad, visibilidad y confianzadentro del mercado, ya que demuestra que cumple con parámetros técnicos verificables de eficiencia, salud y sostenibilidad.
Estas herramientas no solo incrementan el valor patrimonial, sino que también reducen costos operativos a lo largo del ciclo de vida del edificio, consolidando la sostenibilidad como una inversión rentable y no como un costo adicional.
¿Cómo se vinculan estas certificaciones con objetivos económicos y de bienestar de los ocupantes?
El enfoque principal de estas certificaciones está en la eficiencia energética. Desde la selección de equipos con mejor desempeño y menor consumo, ya que se genera una reducción directa en el gasto energético del edificio. También influyen las griferías y mobiliario sanitario que consumen menos agua, lo que reduce costos operativos y beneficia al medio ambiente al disminuir el uso de recursos. Además, implementar buenas prácticas y materiales con menor impacto ambiental contribuye al bienestar de los ocupantes, ya que muchos de estos materiales están pensados para reducir los efectos negativos a largo plazo en la salud de quienes habitan o trabajan en el edificio.
Hoy en día hay mayor interés por parte de inversionistas en promover la construcción sostenible a través de financiamiento verde, como bonos, créditos hipotecarios, créditos para desarrolladores que impulsan cada vez más el desarrollo inmobiliario responsable en un contexto climático que demanda cada vez más el cuidado del medio ambiente.
¿Cómo definirías una edificación sostenible en el contexto actual del sector inmobiliario?
Es un edificio que está diseñado para reducir el consumo de recursos, su impacto al medio ambiente y que cuenta con características que cuidan la salud de las personas que lo habitan a lo largo de todo su ciclo de vida.
Una edificación sostenible no depende exclusivamente de tener un certificado. Si bien las certificaciones actúan como un sello de aprobación emitido por un tercero que brinda mayor credibilidad, no son un requisito indispensable para construir de manera responsable. Existen numerosos proyectos que aplican tecnologías eficientes, materiales sostenibles y sistemas de ahorro de energía y agua sin buscar una certificación formal.
Lo importante es que las decisiones de diseño y operación se basen en criterios medibles de eficiencia, durabilidad y salud ambiental, independientemente de si se tramita o no un reconocimiento oficial. No obstante, contar con una certificación siempre refuerza la transparencia, trazabilidad y validación externa del desempeño sostenible del proyecto.
¿Hacia dónde crees que evolucionará el sector inmobiliario en materia de sostenibilidad en los próximos 10 años?
El futuro inmediato apunta hacia la vivienda sostenible. La crisis habitacional y los efectos del cambio climático demandan espacios más resilientes, saludables y adaptados al entorno. Ya no basta con construir en cantidad: el reto será ofrecer viviendas de calidad, con estrategias de eficiencia energética, captación y reutilización de agua, y materiales de bajo impacto ambiental.
En países como México, la crisis hídrica marcará un antes y un después en la forma de diseñar y operar los edificios. Los nuevos desarrollos deberán producir y gestionar sus propios recursos en lugar de depender de fuentes externas, asegurando autonomía, eficiencia y responsabilidad ambiental. El enfoque de sostenibilidad se consolidará como un criterio de valor inmobiliario, no como una tendencia.
Si tuvieras que dar un consejo a los nuevos desarrolladores, ¿por dónde deberían empezar para construir sosteniblemente desde el primer día?
El punto de partida es diseñar con base en las condiciones climáticas y geográficas de cada región. No se trata de replicar un mismo modelo de vivienda en diferentes contextos, sino de adaptar cada proyecto a su entorno natural y social. Comprender el clima, la orientación solar, la disponibilidad de agua y los riesgos ambientales permite crearespacios más seguros, eficientes y confortables.
La sostenibilidad comienza con la planeación inteligente: integrar la resiliencia climática y la eficiencia desde el diseño inicial garantiza mayor calidad de vida, menor impacto ambiental y mayor valor a largo plazo. Las certificaciones sostenibles se han consolidado como una herramienta estratégica para impulsar la calidad, la rentabilidad y la resiliencia en el sector inmobiliario.
En KINENERGY, acompañamos a nuestros clientes desde las primeras fases de diseño hasta la certificación final, garantizando que cada proyecto cumpla con los más altos estándares internacionales de sostenibilidad. Si tienes un proyecto o necesitas asesoría para certificar tu edificio, déjanos tus datos o escríbenos a hola@kin.energy y descubre cómo podemos ayudarte a crear espacios más eficientes, saludables y preparados para el futuro.
Aranza San Nicolás
Project Manager
Project Manager
Aranza cuenta con más de 3 años de experiencia en la gestión de la certificación EDGE para portafolios de vivienda, naves industriales y museos como son el Palacio de Iturbide, además ha colaborado en certificaciones LEED y WELL de corporativos bancarios y otros edificios comerciales.
Cuenta con las credenciales de EDGE Expert, otorgada por el International Finance Corporation (IFC); Experta Minergie, otorgada por Minergie México. Cursó el diplomado en Diseño y Edificación Sostenible de la Universidad Nacional Autónoma de México, así mismo, completó un curso para Elaboración de Reportes de Sostenibilidad impartido por Agencia Verde.
Aranza cuenta con más de 3 años de experiencia en la gestión de la certificación EDGE para portafolios de vivienda, naves industriales y museos como son el Palacio de Iturbide, además ha colaborado en certificaciones LEED y WELL de corporativos bancarios y otros edificios comerciales.
Cuenta con las credenciales de EDGE Expert, otorgada por el International Finance Corporation (IFC); Experta Minergie, otorgada por Minergie México. Cursó el diplomado en Diseño y Edificación Sostenible de la Universidad Nacional Autónoma de México, así mismo, completó un curso para Elaboración de Reportes de Sostenibilidad impartido por Agencia Verde.
